Mario Carretero: La Historia y el FĂștbol como Constructores de Identidad Nacional
- FLACSO Argentina
- 14 ago 2024
- 5 Min. de lectura
El CatedrĂĄtico analiza cĂłmo el fĂștbol y la historia moldean el sentido de pertenencia en la sociedad, en un contexto donde el deporte y la polĂtica se entrelazan. Nota de opiniĂłn para Perfil.com
Historia y futbol: en la bĂșsqueda de quienes somos
El fĂștbol y la historia generan identidad nacional y dan sentido de pertenencia a la sociedad. La previa de los Juegos OlĂmpicos, cuando la cuerda se tensĂł al saltar del deporte a la historia, pasando por la polĂtica, dejĂł una enseñanza: el tiempo transforma la conciencia social.

SelecciĂłn de Francia | NA
La secuencia de eventos fue sorprendente. Unos cĂĄnticos de aroma discriminador por parte de los vencedores de un campeonato de fĂștbol, una contestaciĂłn de la naciĂłn que habĂa sido aludida y finalmente un apoyo explĂcito y entusiasta de la autoridad polĂtica local con aditamentos de hĂ©roes y heroĂnas del panteĂłn nacional. ÂżCĂłmo se llega del deporte a la historia, pasando por la polĂtica? Al decir, de Jorge Valdano, protagonista de eventos inolvidables, a la vez que uno de sus mĂĄs lĂșcidos analistas, el fĂștbol es lo mĂĄs importante, entre las cosas menos importantes.Â
Lo que sucede es que a veces la lĂnea entre lo sustancial y lo trivial es muy delgada. De hecho, tuvo que acudir a toda velocidad la hermana omnipresente para apagar el peligroso fuego que amenazaba con ensombrecer la visita presidencial a la patria de la grandeur.Â
En las mismas jornadas, en España, la extrema derecha expresĂł su veto mĂĄs rotundo e inmisericorde a la inmigraciĂłn. Pero la vida te da sorpresas y a los pocos dĂas el equipo nacional quedĂł campeĂłn de Europa precisamente por los goles de jugadores de origen africano. IronĂas de la pelota, y la voz de Vox enmudeciĂł y finalmente quedĂł en off side. Digamos que no pudo responder a las preguntas del tipo, Âżinteresa o no interesa la inmigraciĂłn?  ¿O solo la que mete goles?
AsĂ, la historia y el fĂștbol se terminan hermanando porque ambos poseen un alto valor simbĂłlico. Ambos juegan en dos ligas a la vez, la de la realidad y la de la representaciĂłn de la realidad, vĂa la construcciĂłn de identidades. Del fĂștbol ya lo sabĂamos hace tiempo. Hay una diferencia insalvable entre el ânosotrosâ que en la cancha le gana al equipo de un paĂs rival -es decir, 11 personas de carne y hueso- Â y el ânosotrosâ que vio el partido cĂłmodamente en su casa. El primero es tan real como la vida misma. EstĂĄ repleto de esfuerzo, carreras, sacrificio, errores y proezas.Â
Por el contrario el segundo es una ilusiĂłn. No se pueden meter goles entre la cerveza y la picada a miles de kilĂłmetros de distancia. Pero esa ilusiĂłn es tan eficaz y definitiva que llega a ser real y nos constituye como personas porque nos otorga una identidad, un lugar de pertenencia, sea un club o una naciĂłn.Â
En el momento Ășnico en que pronunciamos ese ânosotrosâ indeleble, se produjo el hechizo, y ya no hay vuelta a atrĂĄs. ÂĄY pobre de aquel a quien se le ocurra cambiar de equipo! SerĂĄ considerado traidor en el presente y en el pasado ÂĄParece un acto lĂłgico pero de lĂłgico tiene muy poco! De hecho, la investigaciĂłn social muestra que ese ânosotrosâ se comienza a usar a los 5-6 años, cuando todavĂa ni siquiera se comprende conceptualmente la diferencia conceptual entre paĂs y provincia.
ÂżPasa lo mismo con la historia? ÂżSe da tambiĂ©n esta operaciĂłn cuasi mĂĄgica llamada identificaciĂłn, que lleva al ânosotrosâ nacional? Por ejemplo, cuando decimos que âfuimos libresâ nos estamos refiriendo a los criollos de 1810 o a los argentinos actuales? Entre ambos no solo hay 200 años de distancia sino otras muchas diferencias de tipo econĂłmico, social y polĂtico.
"La investigación historiogråfica por el contrario, en vez de mitificar el pasado trata de cuestionarlo haciéndole preguntas incómodas. Y esas preguntas generan a veces respuestas que también lo son"
Pareciera entonces que la transmisiĂłn del pasado, en la escuela y fuera de ella, estĂĄ atrapada entre la tradiciĂłn y el saber historiogrĂĄfico y que ambos habitan en mundos paralelos e incomunicados. La tradiciĂłn, que conlleva los actos patrios que vertebran tanto a la escuela como a la sociedad misma, suele estar repleta de personajes de cartĂłn piedra (sean hombres o mujeres) que habitan en la eternidad al igual que las figuras religiosas sostenidas por la fe de los creyentes.
La investigaciĂłn historiogrĂĄfica por el contrario, en vez de mitificar el pasado trata de cuestionarlo haciĂ©ndole preguntas incĂłmodas. Y esas preguntas generan a veces respuestas que tambiĂ©n lo son. Y de esa tensiĂłn entre ambas surgen proyectos educativos generadores de nuevos sujetos colectivos. En realidad, esos sujetos siempre estuvieron pero la historia, o la tradiciĂłn o las dos, no los reconocieron.Â
Un buen ejemplo, es la iniciativa cultural Project 1619, promovida por el New York Times  y la FundaciĂłn Pulitzer, que parte de la idea de que para entender histĂłricamente a Estados Unidos de AmĂ©rica es imprescindible analizar todas las transformaciones econĂłmicas, culturales, religiosas y polĂticas que se dan al calor de la esclavitud, cuya andadura precisamente arranca en 1619 porque en ese año llegĂł a las costas de Virginia el primer barco negrero con esclavos y esclavas de origen afroamericano.Â
DespuĂ©s les siguieron millones de negros en esas travesĂas, pero curiosamente ninguno estĂĄ entre los hĂ©roes de la patria. A partir de ahĂ han surgido materiales educativos para el aula, productos culturales diversos e incluso un premio Emmy en 2023 a la mejor serie documental. Es solo un ejemplo de una iniciativa que trata de unir tradiciĂłn e investigaciĂłn y no dejar al pasado en manos de un ânosotrosâ inamovible, que cierre la entrada a las transformaciones inevitables que produce el tiempo.Â
Las sociedades actuales, si pretenden ser democråticas e inclusivas necesitan de nuevos sujetos que estén representados en la historia, y por qué no en el futbol también. De lo contrario, perderemos el partido. Y no hay revancha posible.
Mario Carretero es catedrĂĄtico de PsicologĂa en la Universidad AutĂłnoma de Madrid (UAM) e investigador en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Ha sido profesor invitado en las universidades de Standford, Harvard y la Sapienza de Roma. RecibiĂł la Beca Guggeinheim para un estudio sobre la enseñanza de la historia y la construcciĂłn de la identidad nacional en AmĂ©rica Latina. Es Director de los Diplomas Superiores "Enseñanza de las Ciencias Sociales y de la Historia" y "Constructivismo y EducaciĂłn", ademĂĄs dirige el presente proyecto de FormaciĂłn.
Es autor de diversos libros. PodĂ©s conocer y adquirir su Ășltima publicaciĂłn ingresando aquĂ.






